En la actualidad existe un sinfín de modelos de fajas reductivas que son de gran utilidad para sacarnos de apuros cuando no se pueden ocultar esos kilos de más, que impiden mostrar las curvas que se buscan al momento de ponerse ese vestido que nos encanta. Este tipo de fajas son capaces de reducir la talla en cuestión de segundos, además cuentan con un fin terapéutico o que trasciende el objetivo estético, pues brinda soporte a la columna, por mencionar solo un ejemplo.
Muchos cirujanos plásticos consideran que al usar una faja se moldea el cuerpo, es decir, con el paso del tiempo se puede tener la figura que tanto hemos soñado sin la necesidad de requerir una cirugía, pues el problema no es tan grave. Sin embargo, se debe tener un objetivo determinado para poder lograrlo.
Después se empleará con menor frecuencia, ya que no es sano que se prolongue su uso, porque una faja aumenta el calor y por consecuencia la humedad en la zona, ejerce presión y se tiene un roce continuo sobre los tejidos, impidiendo la respiración normal de la piel, lo que puede provocar enfermedades o de menos infecciones o leves heridas.
No obstante, su uso no tiene ningún problema, pero debe ser con medida, dado que todo exceso, inclusive con el agua, es malo. Más, ¿por qué se consiguen efectos reductores? Según los expertos explican que se produce gracias a una compresión selectiva y previamente pensada en cada uno de los tejidos, aumentando el calor en ellos, la vasodilatación (en los vasos sanguinos y linfáticos) en el área hace que se pierdan líquidos que son en muchas ocasiones los responsables de la celulitis, por ejemplo.
Es por este motivo que las fajas son de las mejores opciones que se tienen en el mercado para poder reducir esos pequeños bultos en zonas puntualizadas. Los resultados, permanentes o no, son también responsabilidad de la persona que las utilice, puesto que se debe contar con una alimentación adecuada y hacer ejercicio que ayude a la faja a conseguir el objetivo que se busca, por lo tanto, también influirá el material del que se encuentre fabricado el producto.
Los elementos de mayor permeabilidad como la lycra y el algodón son los menos efectivos, porque guardan menos el calor, pero liberan mejor la humedad que es en muchos de los casos, la causante de que en la piel exista micosis u hongos. No obstante, los materiales que logran tener gran impermeabilidad son mejores, como el neopreno, un material que cuenta con la característica de no tener costuras, lo cual evita que existan roces que son poco deseados en las fajas reductivas u otro tipo de fajas.
Se debe aclarar que el uso permanente de este tipo de productos, no es una de las opciones más recomendables por parte de los expertos en salud. Al usar una faja todos los días se elimina la función que tiene el cuerpo para poder contener la pared abdominal, es decir, el músculo del abdomen deja de tener actividad por un periodo prolongado, de esta manera se va perdiendo su tonicidad, entrenamiento continúo, por tanto se atrofia. Por tal motivo se tiene que utilizar con un cierto grado de moderación, de otra forma se tendrá un problema más grave al inicial.
De acuerdo con lo anterior, ejercer cierta compresión es completamente recomendable después de una cirugía, ya que estas fajas cumplen un papel fundamental al permitir que los tejidos que fueron tratados quirúrgicamente sean reparados de forma satisfactoria. El uso de la faja reductiva, después de realizar una cirugía como lo es la lipoescultura o una abdominoplastia, facilita los procesos de cicatrización profunda de cada uno de los tejidos, adhiriéndolos gradualmente y absorbiendo los líquidos que se forman por la inflamación.
Así también, logran limitar de forma adecuada la movilidad de la zona que fue operada, protegiéndole durante los primeros días luego de que se realizó la intervención. Una vez que se cumple el tiempo de reposo y la cicatrización fue todo un éxito, las fajas deben ser retiradas para que la musculatura, así como los tejidos puedan recuperar la capacidad transmitir oxígeno a los poros de la piel. Con este artículo no estamos diciendo que las fajas reductivas sean un producto bueno a veces, al contrario, son realmente efectivas y se cumplen los objetivos para lo que fueron creadas, no obstante, el exceso de uso es contraproducente para la salud, como con todo en esta vida.
Hoy por hoy, lograr reducir esos kilos de más es efectivo con el uso de las fajas, es por eso que las recomendamos completamente a cada uno de nuestros clientes. En Fajas Galess, somos una empresa que está enfocada en poder llevar salud y bienestar, por este motivo buscamos que nuestros clientes hagan el uso correcto de cada uno de nuestros productos, ya que nos esmeramos en poderles brindar los mejores materiales que cuentan con la más alta calidad en el mercado.
Nuestras fajas se encuentran diseñadas y confeccionadas para poder darle a cada una de las personas los beneficios específicos que brindan nuestros productos, porque ayudan a recuperar el deterioro físico que usted tenga, así mismo, corrigen el problema desde el punto estético, pero también desde el médico. En Fajas Galess nuestra misión es la de contribuir con el mejoramiento en la imagen y la calidad de vida de todos nuestros clientes, mediante la gran gama de productos que cumplen con este objetivo. No lo dude, somos la mejor opción en el país en cuanto a fajas reductivas se refiere.