Si estas embarazada, antes que nada, ¡felicidades! Es una etapa hermosa de la vida. Pero igualmente es una etapa de muchos cambios y retos para las mujeres. Y hay muchas cosas que debes saber, entre ellas, los cuidados posparto.
La etapa del posparto es un momento de cambios profundos. El cuerpo, después de haber creado y dado vida a un bebé, comienza un proceso natural de recuperación que incluye reajustes hormonales, físicos y emocionales.
En este camino, hay precauciones que se deben tener, como el uso de las fajas post parto, un apoyo importante para sentirse más cómodas, seguras y confiadas mientras su cuerpo vuelve poco a poco a la normalidad.
Pero una pregunta muy común es: ¿por cuánto tiempo se debe usar la faja postparto?
En esta guía te explicamos cómo puede aprovecharse el uso de fajas en cada etapa de recuperación para obtener sus mayores beneficios sin afectar tu bienestar.
Etapa 1: Inmediato postparto (0 a 2 semanas) – Consulta médica obligatoria
Dar a luz es un proceso muy intenso para el cuerpo de cualquier mujer. En los primeros días después del parto, lo más importante es priorizar el descanso y la recuperación natural del cuerpo. En este periodo, aún se están cerrando heridas internas, el útero comienza a reducir su tamaño y hay un proceso natural de reajuste de los órganos internos.
En este momento, no se recomienda usar la faja postparto sin consultar al médico, ya que ejercer presión en el abdomen podría generar incomodidad, interferir en la cicatrización (sobre todo si hubo cesárea) o incluso producir lesiones internas.
Recomendación: Consulta con tu ginecólogo o médico tratante. En muchos casos, si el parto fue natural y sin complicaciones, se puede comenzar a usar una faja suave después de unos 7 a 10 días. En caso de cesárea, lo habitual es esperar de 2 a 3 semanas o hasta que la herida esté más cicatrizada y sin dolor.
Etapa 2: Recuperación temprana (2 a 6 semanas) – Uso gradual
Una vez pasada la etapa más delicada, el cuerpo ya ha iniciado su proceso de recuperación. Aquí es donde muchas mujeres comienzan a usar la faja postparto de forma regular, pero siempre de manera gradual.
En esta fase, la faja puede ayudar a:
- Reducir la hinchazón abdominal.
- Brindar soporte a los músculos del abdomen.
- Proteger la herida en caso de cesárea.
- Mejorar la postura y aliviar dolores de espalda.
¿Cuántas horas usarla? Se recomienda iniciar con 2 a 4 horas diarias, aumentando el tiempo progresivamente si te sientes cómoda.
Importante: No dormir con la faja, y retirarla si sientes dolor, molestias o dificultad para respirar.
Etapa 3: Recuperación intermedia (6 semanas a 3 meses) – Uso diario controlado
A partir de las 6 semanas (o al finalizar el puerperio), muchas mujeres ya empiezan a retomar algunas actividades y es posible integrar el uso de la faja de forma más frecuente. Aquí es donde realmente se empiezan a notar los beneficios estéticos y de soporte corporal.
Duración sugerida:
Puedes usarla entre 6 a 8 horas al día, preferiblemente en los momentos en los que estás más activa. La faja postparto puede ayudarte a mantener una buena postura, estilizar tu figura, evitar la formación de hernias y apoyar la tonificación abdominal mientras comienzas a incluir ejercicio suave y una alimentación saludable.
Consejo: Alterna entre días de uso y descanso para que el cuerpo también tenga tiempo de adaptarse naturalmente.
Etapa 4: Recuperación avanzada (3 a 6 meses) – Uso complementario
A medida que pasa el tiempo, es normal que tu cuerpo vaya recuperando su forma natural, especialmente si lo acompañas con hábitos saludables. La faja en esta etapa sigue siendo útil, pero ya no es necesaria todo el día.
¿Cómo usarla?
Puedes continuar usándola como apoyo para momentos puntuales:
- Durante ejercicios suaves.
- Al cargar al bebé por periodos largos.
- En salidas donde quieras sentirte más segura con tu figura.
Frecuencia: Entre 3 a 6 horas al día, según tu comodidad.
Etapa final: Más de 6 meses – Uso opcional
Después de los 6 meses, la mayoría de los órganos internos han retomado su lugar, los músculos han comenzado a fortalecerse y el cuerpo ha avanzado significativamente en su recuperación. A partir de aquí, el uso de las fajas post parto se convierte en algo totalmente opcional y estético.
Si deseas seguir utilizándola por comodidad o como soporte en actividades específicas, está perfecto. Solo recuerda no usarla como sustituto del ejercicio físico ni prolongar su uso si ya no lo necesitas, para no generar dependencia muscular.
Consejos finales para el uso seguro de la faja postparto
- Escucha a tu cuerpo: Si sientes dolor, incomodidad o presión excesiva, suspende su uso y consulta con tu médico.
- Elige la talla correcta: Una faja muy ajustada puede dificultar la circulación o la respiración.
- Mantén una buena higiene: Lávalas regularmente para evitar irritaciones o infecciones, sobre todo si tuviste cesárea.
- Complementa con una rutina saludable: La faja ayuda, pero no reemplaza una buena alimentación ni el ejercicio.
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