Hay muchos tipos de fajas que ayudan tanto a mujeres como a hombres a mejorar aspectos de su figura, reducir algunas tallas, etc. Pero una de sus mejores cualidades, es que se tratan de accesorios muy útiles para brindar soporte y estabilidad a personas que acaban de pasar por una cirugía. Por eso los doctores recomiendan usar una por un periodo durante y después de la recuperación.
Son diferentes operaciones quirúrgicas las que se enfocan en la parte baja del abdomen, la cintura o cerca del útero. La mayoría de estas intervenciones son de carácter estético, como las liposucciones o las abdominoplastias. Pero también existen algunas operaciones delicadas que se ubican cerca de la misma zona donde la paciente también necesita de una faja, como la ooforectomía o la histerectomía.
Sea una cirugía estética o circunstancial para la salud, lo importante es que se cuente con el apoyo necesario para que la recuperación sea más placentera. De esta manera, la mujer podrá regresar pronto a sus actividades cotidianas y no presentará ningún tipo de complicaciones. En este artículo se abarcan algunas de las razones por las que usar fajas post operatorias son la mejor opción para la paciente y para ayudarla con su recuperación
Brindan movilidad
Durante los primeros días de recuperación, incluso unas horas después, la movilidad de la paciente es primordial. En cuanto más rápido comience a caminar, así sea con esfuerzos, más pronto comenzará el cuerpo a buscar la recuperación. Hay casos que son más delicados que otros y se recomienda reposo por más tiempo al terminar la operación, pero sí ayuda en mucho que el cuerpo se active nuevamente.
Pasada la primera semana donde la herida ya no se encuentra tan expuesta, se puede pasar de las vendas a la faja. Esta será la encargada de ofrecer un mejor soporte cada vez que la persona decida caminar por la habitación o por su casa. Con el tiempo mejorará la velocidad con la que puede trasladarse y aminorará el dolor y la incomodidad. Las primeras semanas con la faja son complicadas puesto que el cuerpo necesita acostumbrarse a ella.
Favorecen el cuidado de la piel
Aunque una mujer se sienta recuperada después de seis meses posteriores a la cirugía, la hipodermis y dermis tardan alrededor de dos a tres años en volver a unirse totalmente. Es por esta razón que se procura a las mujeres traer un mínimo de un año la faja para que mejore su estabilidad, su postura y su piel se recupere más rápido.
Además, durante los meses siguientes, la piel se encontrará débil y estirada a como solía estar. Solo con una alimentación sana y ejercicio es que se puede ver una verdadera mejoría en la piel. Esta necesita de proteínas y minerales para recuperarse, y deporte para mejorar la elasticidad. Las fajas cumplen un papel fundamental en la parte del encogimiento de la piel porque evita que la mujer se exponga esfuerzos, que la carne reciba frialdad y que se mantenga firme durante el día.
Aceleran la recuperación
Como se vio en el punto anterior, la recuperación de la hipodermis lleva varios años. Si se utiliza un soporte para los músculos y el resto del cuerpo, la recuperación será más rápida. Este soporte es necesario porque las operaciones quirúrgicas son tratamientos muy agresivos. Aunque una persona puede recuperarse por completo de ella, si se usa una faja el tratamiento puede ser más sencillo.
Se acelera el proceso porque facilita el movimiento sin abrir las heridas y sin que se lastime el cuerpo cada vez que se mueve. Además, el tiempo puede sentirse que pasa más rápido porque la persona puede volver a sus actividades. Aunque sí es necesario que tenga varias precauciones, como no correr, exigirse demasiado o cargar objetos pesados, será más pronto de lo esperado.
En algunas mujeres después de la operación, se forman moretes o inflamación a causa del esfuerzo de los tejidos. La faja de compresión ayuda a disminuir las incomodidades causadas por la cirugía y permiten que sea más fácil el proceso de sanación. Como cada caso es diferente, se debe consultar con el médico sobre los horarios en que se puede llevar la faja y si es una opción o no dormir con ella puesta.
Son otra prenda de ropa
Las fajas pueden llevarse bajo la ropa con comodidad y estética porque no se notan mientras la traen puesta. Son hechas de distintos materiales para que sean más cómodas dependiendo el tipo de mujer y cuál cree que le conviene más. Hay algunas de látex, de manta, de algodón, de poliéster, entre otros materiales para que cada una pueda escoger la de su preferencia.
De esta manera, la faja se convierte en otra prenda de vestir y puede andar más cómoda. También se puede mencionar con el doctor qué tipo puede resultar más útil para este tipo de tratamiento, si debe tener una sola cinta, si puede tener doble compresión, o si puede ser de ganchos, esto para evitar exponerse a alguna que en lugar de ayudarla mejorar lo vuelva más difícil.
Dan mejores resultados
El uso de una faja después de la cirugía reduce las inflamaciones, dolores musculares, cansancio por el esfuerzo, brinda soporte, estabilidad y la oportunidad de trasladarse sin ayuda. Todos estos elementos en conjunto aseguran que la recuperación de una mujer será más rápida, sencilla y sin complicaciones, lo que es de gran ayuda para mejorar su calidad de vida.
Aunque muchas mujeres están felices de pasar por este proceso porque saben que es el camino para tener el cuerpo que siempre han soñado, hay mujeres que están confundidas y asustadas después de una operación. En algunos casos es obvio que no están listas para atravesar una cirugía como esa y logra provocar desconfianza, inseguridad e incluso miedo en la persona.
Por esta razón, si podemos brindarles un mecanismo para que se sientan mejor con ellas mismas y más preparadas para seguir recuperándose estaremos orgullosos y agradecidos de lograrlo. Fajas Galess es una empresa dedicada a la venta de todo tipo de fajas para hombre y mujer que prometen un verdadero cambio en su estilo de vida y un soporte estético y emocional para miles de mujeres que pasan por una ooforectomía o una histerectomía.
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