Luego de un embarazo en el que implica que el cuerpo de la mujer haya enfrentado varios meses con el útero y la zona abdominal estirada, es normal que al dar a luz, los músculos estén debilitados, tarden un tiempo en volver a su estado normal y en recolocarse los órganos, y para ello tenemos aliados como las fajas postparto. Este tipo de fajas se utilizan después del embarazo, para brindar soporte a la zona abdominal de la mujer, ayuda en el reacomodo de los órganos internos, descansa la espalda, además de comprimir el abdomen propiciando la fácil expulsión de coágulos.
En el abdomen tanto de hombres como de mujeres, tenemos una serie de músculos, la piel, una capa de grasa y luego tenemos una capa gruesa que se llama aponeurosis, abajo tenemos los músculos. En el abdomen tenemos los músculos rectos anteriores mayores, que se unen en la línea media y posteriormente tenemos otra capa de aponeurosis, el peritoneo y posteriormente yace abajo la cavidad abdominal. Cuando la mujer está embarazada, implica que el bebé estará adentro de todas las cavidades antes mencionadas, que conforman la pared abdominal, por lo que durante el embarazo, el abdomen se expande cada vez más y más, dando paso a lo que se conoce como diástasis de los músculos rectos, lo que significa que en la línea media los músculos se irán abriendo y quedarán totalmente separados. Este proceso no es más que una separación porque la aponeurosis que es la capa fuerte no permitirá que haya reacciones que afecten el sistema.
Encontramos el parto natural como la primera forma de dar a luz, además de la cesárea. Al momento en que se realiza la cesárea y en el instante en que el cirujano recupera todos los planos y las capas, se encarga de suturar, unirlas y reconstruirlas de nueva cuenta. A este proceso, se le conoce también como: plastía abdominal. Es por ello que se recomienda una faja, pero antes de ello, en cuanto la mujer empieza su proceso de recuperación, se recomienda usar una venda elástica de 40 centímetros de longitud y se procede a vendar el abdomen, así las suturas no tienen tanta tensión. El éxito de una cicatriz tanto externa como interna es que la piel no tenga tensión para que los tejidos no se estiren y permitan suturar la herida.
Es a partir del segundo día cuando la mujer puede empezar a utilizar una faja, aún en el hospital se recomienda comenzar a utilizarla y seguirlo haciendo al menos durante la cuarentena. Se comienza por una faja sencilla de velcro, que se pone de manera muy sencilla y se adaptará al tamaño del abdomen, además de que no se enrollará. La función de esta primera etapa utilizando la faja, tiene como principal función ayudar a la cicatrización, el abdomen comenzará a regresar de forma gradual a su tamaño, gracias a que el abdomen está conformado por tejidos elásticos.
Cuando la mujer tiene un parto natural, no hay necesidad de reparar la diástasis de los rectos, porque no se abrió el abdomen, sin embargo si la mujer se mantiene con los tejidos en su lugar, gracias a que utiliza una faja, cuando lleguen los cambios involutivos que implican que el útero baje de tamaño, regresando a su normalidad, así como todos los tejidos vuelven a su estado normal, el uso de una faja ayuda a mantenerlos juntos. Por ello es indispensable el uso de una faja que ayude a que regrese nuestro cuerpo a su estado anterior. Bastará el uso de una faja sencilla los primeros 30 a 40 días.
Terminando esa etapa, se podría utilizar una faja tipo calzón, que tiene un sistema de presión con lycra y es ajustable según va pasando el tiempo. Notarás cómo tu abdomen se reduce poco a poco en comparación de los primeros días, cuando el útero se encuentra al nivel de la cicatriz umbilical, que a partir de los 40 días, cuando el útero vuelve a estar en su nivel normal intrapélvico, por ello es indispensable que todos los tejidos vayan recuperándose como debe de ser, al mismo tiempo que tienes el soporte de una faja. El tiempo recomendado para utilizarla es de mínimo seis meses.
Sin lugar a dudas, utilizar una de las fajas postparto que tenemos para ti, en fajas Galess, te brindará el soporte que necesitas. La labor de ser mamá se intensifica los primeros días de nacimiento del bebé, porque ambos se encuentran frágiles, a este periodo se le conoce como cuarentena o puerperio. La mujer por naturaleza es muy fuerte, sin embargo no hay que subestimar los cuidados de esa temporada, porque de ellos dependerá nuestra evolución y hay detalles que no debemos pasar por alto porque marcan la diferencia.
En estos días clave, el flujo normal del mismo embarazo, aún sigue un ciclo. Uno de los factores importantes son los llamados loquios, que es un sangrado que se presenta después de un parto o una cesárea, generalmente no es abundante y se presenta de moderado a poco, durando de dos tres semanas, en ese tiempo se recomienda vigilar que no cambie de consistencia o de olor.
Uno de los temas claves durante este proceso es la lactancia, alimento clave por sus beneficios para los bebés; bajo una buena orientación, paciencia y excelente alimentación para que la leche sea de la mejor calidad, los beneficios son maravillosos tanto para el recién nacido como para mamá. En cuanto a la actividad física, no es necesario estar en reposo total, sin embargo tampoco es recomendable el ejercicio físico extenuante. No se recomienda cargar cosas pesadas, mover muebles, ni realizar movimientos físicos que comprometan la parte media de nuestro cuerpo, al menos en el período de los cuarenta días, así hayamos tenido parto o cesárea, los cuidados son igual de cautelosos.
Como siempre, la información es un tesoro valioso y si como mujeres nos preparamos para el proceso natural de tener un bebé, estaremos mentalizadas a los cambios y las etapas, y la información adecuada será nuestro calmante y apoyo, siempre de la mano de un profesional.
En fajas Galess, te acompañamos en todas tus etapas, para que cuando pienses en fajas postparto, pienses en Galess.