La obtención y manutención de un cuerpo sano y bien definido ya no dejaron ser una simple exigencia de necesidades estéticas. No se trata más de verse bien para los demás sino para uno mismo. No es que sea medular, pero sin duda es importante tener un buen cuerpo para tener una mejor actitud en la vida y gozar de los beneficios de tener un cuerpo estilizado.
Además, esta comprobado que la actividad física aumenta nuestros niveles de confianza, salud y creatividad, por lo que es una herramienta vital dentro de las exigencias de la vida contemporánea. Para los antiguos griegos un cuerpo moldeado era un signo de divinidad, es por eso que la condición física era uno de sus principales objetivos, no es de extrañarse que fuera ahí en donde nacieran las Olimpiadas. Pero igualmente, no sólo se trataba de la idea de tener un cuerpo bello o musculoso, sino que era un complemento de una persona integral, de buena salud mental y física.
Para la mayoría de las personas este puede ser un objetivo demasiado lejano, sobre todo si llevan una vida que en su mayoría es sedentaria. Tal vez piensan que ya no pueden hacer grandes modificaciones en su cuerpo, y no se sienten cómodos en ellos. Es por eso que no intentan hacer nada. Otro de los pretextos es la falta de tiempo. Las largas jornadas de trabajo, sumado a los traslados de la oficina al trabajo les quitan a los empleados todas las ganas de realizar algún tipo de actividad física. Sólo piensan en llegar a casa y descansar lo suficiente para continuar con la extenuante jornada al siguiente día. Esto los mantiene en un ciclo de estrés, desencanto e insatisfacción que vuelve la vida en algo rutinario que solamente se alarga sin ningún aparente fin. Este, puede llegar a ser uno de los mayores males de la sociedad moderna.
Sin embargo, para cambiar la situación sólo bastan de echar mano de una serie de recomendaciones y artefactos que pueden implementarse fácilmente dentro de nuestra vida diaria, motivándonos a tener un mejor cuerpo, no por los demás o basándonos en los estándares de belleza de otros, sino de nosotros mismos. Al momento que aceptemos nuestro cuerpo y que sepamos qué hacer con ellos que no nos gusta, comenzáramos a proyectar una imagen más segura, que sin duda, nos hará mucho más exitosos y felices.
Una de las métodos que le proponemos para poder hacer un cambio radical en su vida y cuerpo, es comenzar a realizar ejercicios sencillo y rutinas que se acoplen dentro de su agenda propia. Además, lo invitamos a combinar estos ejercicios con el uso constante de fajas reductoras, que trabajan justo en las zonas problemáticas. Puede usarlas durante el ejercicio o después de haberlo realizado. También puede hacer uso de ambas, eso sí, tendrá que contar con un par, pues no puede usar la misma faja de ejercicio con la de uso común, porque la rutina física seguro la ensuciará. En este artículo le enlistaremos una serie de ejercicios muy básicos que puede realizar una hora antes de meterse a bañar, antes de comenzar sus actividades o durante el tiempo que pasa en la oficina. Estos ejercicios no sólo ayudarán a reducir la grasa dentro de su cuerpo, sino que, también lo librarán de una serie de padecimientos comunes entre la gente sedentaria como las enfermedades cardiacas o la tan temida diabetes.
Una rutina muy sencilla para reducir el abdomen y que puede realizar en la sala o en su cuarto es la siguiente. Consiga una toalla o un tapete en la que pueda recostarse y colóquela cerca de la pared. Levante las piernas y flexiónelas sobre su pecho en un ángulo de noventa grados. Si su resistencia no es suficiente apóyelas en la pared. En esa posición va encoger su abdomen y levantar el torso hacia arriba durante cuarenta segundos. Posteriormente eleve y baje las piernas sobre el abdomen durante otros cuarenta segundas. Puede tomar un descanso de un minuto para posteriormente flexionar la pierna sobre el pecho y el torso, haciendo que la rodilla y el codo se toquen durante algunos segundos, esta rutina tiene que durar otros cuarenta segundos. Finalmente eleve las piernas sobre el pecho de manera alternada, primero la izquierda y luego la derecha, durante otros cuarenta segundos. Haga cuatro repeticiones de esta serie durante tres días a la semana y vera que al mes ya podrá ver resultados favorables.
Si se encuentra en la oficina durante largos periodos de tiempo, puede tomar pequeños recesos de veinte minutos entre una actividad y otra. Esto, además de darle la oportunidad de realizar pequeñas rutinas de ejercicio también le dará pequeños momentos de descanso que son necesarios para mantener una buena actitud en el trabajo, haciéndolo mucho más productivo. Una buena manera de disminuir la tensión en los hombros es la siguiente: estando sentado en la silla, levante el hombro derecho y luego el izquierdo de manera alternada, hasta el punto en el que pueda tocarse las orejas. Si tiene la oportunidad de estar solo en su oficina o en alguna habitación cercana a su trabajo puede recostarse sobre el suelo cerca de la pared y realizar el ejercicio que mencionamos en la sección anterior. Además, si usted realiza cualquiera de estos dos ejercicios haciendo uso de fajas reductoras podrá ver resultados más rápidos y de manera mucho más efectiva. Las fajas nos proveen de energía térmica y de presión que ayudan a la sudoración haciendo que el cuerpo pierda toxinas y que la grasa en nuestro cuerpo se reacomode. En Fajas Galess contamos con un amplio catalogo de piezas reductoras, en distintas tallas para su comodidad.