Las fajas colombianas son muy queridas entre los mexicanos, debido a su alta compresión, excelente remodelado de cintura, levantamiento de cuerpo y una apariencia más tonificada, no obstante, pueden pasar de aliadas a convertirse en prendas molestas si no se asegura una correcta limpieza. Esto potencia su efectividad, no obstante, hay muchas personas que no las limpian de forma correcta. Si dudan acerca de la manera en que aseguran su higiene, este contenido es para ustedes.
¿Por qué es importante mantener la limpieza de las fajas colombianas?
Es innegable que las fajas colombianas se usan muchísimo entre las mujeres de todas las edades, pero, sin una limpieza adecuada, ocurrirán varios problemas tanto para la salud del usuario como para la durabilidad de la prenda:
- Irritación de la piel. La acumulación de sudor, suciedad y bacterias en la faja irritará la piel. Asimismo, causará enrojecimiento, picazón e incluso erupciones cutáneas.
- Mal olor. La faja desarrollará un olor desagradable debido a la acumulación de sudor y bacterias. Esto no solo es incómodo para los usuarios, sino para las personas que le rodean, afectando su capacidad de socializar.
- La acumulación de bacterias y otros microorganismos en la faja puede aumentar el riesgo de desarrollar infecciones, como la foliculitis (infección de los folículos pilosos) o la dermatitis (inflamación de la piel), que son dolorosas e implican gastos médicos.
- Pérdida de elasticidad y compresión. Una limpieza inadecuada afecta la elasticidad y compresión, disminuyendo su efectividad y capacidad para proporcionar soporte y modelar el cuerpo. Esto hará que piensen que su adquisición fue un error.
- Manchas permanentes. En caso de que las fajas colombianas se manchen y no se limpien bien, los signos de suciedad pueden ser permanentes, ya sean aceites, café, salsas u otras sustancias de alta pigmentación. Asimismo, no actuar de forma pronta y correcta hará que las manchas sean difíciles o imposibles de quitar, afectando así su apariencia.
¿Cómo es una limpieza y cuidado correctos?
Al aplicar una buena limpieza, no solo evitarán esos problemas, sino que prolongarán la vida útil de las fajas reductoras. Además, permitirá que sea aún una aliada para que luzcan hermosas en todo momento. Para lograrlo, basta aplicar seis sencillas recomendaciones:
Lavado delicado
Cuando detecten que es necesario lavar la faja (por ejemplo, cuando comience a oler a sudor, haya picazón o tenga una sensación extraña en la piel), lávela, pero a mano y con agua fría, asimismo, con un detergente suave. Si utilizan agua caliente, no será posible conservar la elasticidad de los materiales, ya que esta daña las fibras. Lo mismo ocurre al usar detergentes agresivos.
Es importante no utilizar blanqueadores o suavizantes que, si bien tienen efectos agradables, degradan los materiales de las fajas. Al lavar suavemente la faja, brindará un excelente soporte durante años, evitando así reemplazos frecuentes y altos gastos.
Secado al aire libre
La secadora parece ser una buena opción, no obstante, como mencionamos, el calor afecta las fibras y hace que la prenda pierda su elasticidad. Si lo hacen prolongadamente, las fajas colombianas perderán su forma original. Por ello, es importante secarla al aire libre, en un lugar con una buena ventilación. Dejarla al sol parece igual de conveniente, pero no es así. Colóquela bajo la sombra y, aunque tarde más en secarse, mantendrá su soporte y forma.
Evitar las planchas
¿Notan que tras lavar su faja queda muy arrugada? Probablemente piensen que la plancha es buena opción, pero no es así. El calor directo y a altas temperaturas como el de las planchas es aún más perjudicial que el secado en lavadora o por sol directo. Consideren que hay telas usadas en fajas como el powernet o la licra que se derriten o se deforman si se planchan.
Garantizar un buen almacenamiento
El lavado no es la única forma de asegurar la limpieza de las fajas. Igual de importante es guardarlas correctamente. Para ello, opten por un espacio seco, fresco y alejado de la luz solar y de áreas con riesgos de suciedad. Eviten enrollarla y, en su lugar, dóblala suavemente. Esto hará que conserve su forma original.
Utilizar ropa interior
Parece buena idea no utilizar ropa interior para mantener la frescura de la zona íntima al usar fajas, ¿verdad? Se aplica principalmente para modelos que cubren igual glúteos y pubis. Lo preferible es usar ropa íntima debajo de la faja para protegerla y hacer que se mantenga limpia por más tiempo, evitando lavados constantes o riesgos de picazón y molestias. Además, puede albergar hedores por residuos de excreciones fecales y orina, lo que causará molestias al socializar.
Adquirir varios ejemplares
El precio de algunos modelos de fajas puede parecer caro para muchas personas, por lo que tienden a adquirir un solo ejemplar. Ahorrar dinero es conveniente a corto plazo, pero hará que los lavados sean más constantes, lo que reducirá su vida útil. Además, necesitan secarse y, mientras eso pasa, no podrán usar la faja. Por tal motivo, conviene invertir un poco más en dos o más fajas para que se mantengan lo más limpias posibles y puedan usarlas cuando deseen.
Revisar las instrucciones del fabricante
Las fajas de marca se proporcionan con un manual de usuario que incluye recomendaciones acerca de su cuidado. Estas varían, por lo que conviene considerarlas para que las fajas se mantengan funcionales y estéticas.
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