Una de las principales preocupaciones que ocupan la mente de las personas en la actualidad es tener una buena figura. Esto puede tener varias explicaciones y entre las más comunes está el hecho de que los medios de comunicación se han encargado de imponernos como ideales estéticos cuerpos extremadamente delgados o atléticos, asociándolos a un estilo de vida que nos haría personas más felices si decidimos adoptarlos. Si bien, este es un factor que influye bastante en que las personas hayan comenzado a preocuparse por su cuerpo y apariencia, lo cierto es que más allá de una preferencia estética, tener una buena figura se ha convertido en sinónimo de un estilo de vida saludable y eso es algo que todos deseamos y por lo que recurrimos a diferentes medios, por ejemplo, al uso de fajas reductoras.
Hoy en día existen diversos programas de carácter público para difundir los beneficios de un estilo de vida saludable. Estos programas recomiendan hacer al menos media hora de ejercicio al día y llevar una dieta balanceada y cada vez son más las personas que, por iniciativa propia o por obligación, se suman a las actividades que se organizan desde en escuelas y plazas públicas hasta como parte de la rutina en una oficina. Además existe una gran cantidad de aplicaciones que se pueden descargar gratuitamente en el celular para tener rutinas de ejercicios y dietas al instante, los gimnasios tienen promociones en sus membresías y en todo el país se han abierto centros de fitness para ayudar a las personas a activarse físicamente.
Con lo anterior podría parecer que una vez que nos hemos decidido por hacer un cambio en nuestras vidas para deshacernos de esos kilitos de más y definir nuestra silueta tenemos todo a nuestro alcance para lograrlo. Sin embargo, encontrar la motivación necesaria para comenzar una rutina y una nueva dieta y sobretodo, para mantenerla y no abandonarla a los pocos días, puede resultar bastante complicado. Una de las razones por las que comúnmente abandonamos nuestros propósitos es que no podemos palpar resultados y eso, sin lugar a dudas, puede desmotivar a cualquiera. En este sentido es importante que tengamos en mente que cuando se trata de perder peso y tonificar nuestro cuerpo tenemos que ser muy pacientes si no queremos poner en riesgo nuestra salud.
La mejor recomendación que te podemos dar es que consultes un especialista que te pueda ayudar a crear un plan personalizado, con un régimen alimenticio y una rutina de ejercicios que se adapten a tus necesidades e intereses. También hay algunas prendas que te pueden ayudar a obtener resultados en menor tiempo si las usas correctamente, como las fajas reductoras.
Una de las grandes interrogantes que giran en torno a la ropa especial para reducir tallas y otro tipo de productos es si realmente funcionan, pues como sabrás, te prometen resultados maravillosos en muy poco tiempo. Por nuestra experiencia te podemos decir que las fajas diseñadas para reducir tallas sí representan un gran apoyo para reducir algunos centímetros y moldear tu figura. Estas fajas no hacen magia por sí solas aunque te permiten notar un cambio en tu cuerpo si a su uso le sumas una buena rutina de ejercicio y una dieta saludable. Se podría decir que su gran ventaja es que te ayudan a que esos pequeños cambios a base de trabajo sean más notorios, lo que influirá en tu seguridad y nivel de motivación.
Al momento de adquirir una de estas fajas te sugerimos que te fijes en el tipo de materiales con que están fabricadas. Existen las que sólo sirven para ocultar centímetros y moldear el cuerpo, hechas de microfibra que sólo da una solución momentánea y visual, y por otro lado están las que sí ayudan a estilizar la figura y a perder grasa por efecto del calor, fabricadas con tecnología rubberflex.
Las fajas reductoras, como ya mencionamos, trabajan por efecto del calor. Los materiales que se utilizan para fabricarlas atrapan el calor generado por el propio cuerpo y ello provoca que se estimule la sudoración, tal como ocurriría cuando hacemos ejercicio. Esta pérdida de peso más que nada se presenta por la disminución de líquidos y sin una dieta y ejercicio puedes sufrir el efecto de rebote en cuanto dejes de usar la faja o vuelvas a hidratarte, recuperando los líquidos perdidos. Por esta razón es que recomendemos el uso de una faja como un apoyo extra y no como la solución principal para perder peso.
Por otra parte, además del apoyo que puede representar usar una faja en el proceso de pérdida de peso (ayudándonos a ver resultados palpables en tan sólo 30 días), se encuentran otros factores de los que nos podemos beneficiar si adquirimos una y la usamos de manera regular. Las fajas moldean el cuerpo y sirven para destacar las curvas naturales de la cintura, los glúteos y el pecho, mejoran nuestra postura, son cómodas y si las usamos continuamente tonifican la piel y músculos de nuestro abdomen, piernas y brazos. Otro de los beneficios que más se destacan del uso de fajas reductoras es que ayudan a prevenir la formación de coágulos, esto se debe a que por su grado de compresión promueven la circulación sanguínea. Por si esto fuera poco, son muy discretas y las podemos utilizar prácticamente bajo cualquier tipo de prenda para destacar nuestra figura y evitar que se marquen las molestas líneas de la ropa interior.
Si deseas conocer más acerca de todos los beneficios de utilizar fajas reductoras y recibir consejos para lograr la figura que siempre has deseado te invitamos a mantenerte pendiente de este blog. Recuerda que en Fajas Galess tenemos las fajas de la más alta calidad y con gusto te ayudaremos a elegir la que se adapte mejor a todas tus necesidades. Contáctanos.